Todos somos sueños, encerrados bajo llave, que vuelan libres, que se cumplen o que se olvidan. Somos penas para lamentar, labios para besar, suspiros que devolver y recuerdos para sonreir. Estamos hechos de sueños y los sueños, sueños son, pero pueden dejar de serlo cuando tires tu realidad por el balcón.
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