domingo, 26 de febrero de 2012

Quiero encontrar un sitio en tu cama, desde el que no pueda caerme, para poder así tener el equilibrio perfecto que me cuesta tanto mantener después de cada beso. Tu suspiras y sonríes, yo dibujo infinitos desde tus clavículas a lo más profundo de tus caderas, pasando por el latido torpe de tu corazón, que se acelera cuando hablo de sentimientos, como si todo esto fuera un compromiso o la letra pequeña de nuestro contrato.

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